Pasé muchos momentos que ahora recuerdo y dan verguenza.
1.Cumpleaños a fines de febrero: moria de hambre, pero sabia que no
podia comer mas que el pati, sin pan , ni nada de dulces. Me senté en la mesa
un poco molesta porque tenia que explicar que ''era celiaca y tenia
hipotiroidisimo'' (mentira, estaba siguiendo una dieta de mierda,ademas no
mentia bien: nunca me acordaba si mi ‘enfermedad’ era hipertiroidismo o
hipotiroidismo) y comí 2 patys con queso cheddar. Moria por comer. Empezó la
fiesta . <<No voy a tomar>> me dije, y empecé con las bebidas
energizantes, que no tienen nada de azúcar. 1 Speed, 2 speeds, 3 speeds y fui
flaqueando. Vino el alcohol a mi. Despues vinieron los caramelos , caramelos,
caramelos. Aca viene la parte vergonzosa: todavía en la parrilla estaban los
patis, hacia 5 horas . Los había estado mirando toda la noche, y muriendo por
agarrar uno y comerlo con la mano, hasta que lo hice, controlando que nadie me
viera, miro a francisco: no me esta mirando, rosa tampoco, toda esta gente que
no conozco tampoco. Hasta que lo agarro, mmmmmmm. que rico, por fin. Valio la
pena tanta hazaña, hasta que lo como y mientras mastico veo como uno que no
conozco. Lo primero que me sale decir es : ''Me estaba muriendo de hambre'' .
Pero él consideró oportuno hacer un chiste que no me pareció para nada gracioso.
Me dijo: ''Basta. Tenes que parar de comer, tambien le entraste a demasiados
caramelos''. Y sé bien que lo unico que tuvo de chiste es que todos se rieron.
Porque fue en serio.
2.Vacaciones con amigas: creo que nunca comí tanto como en esa semana.
24 hs comiendo , la base de mi alimentación era la PAPA: papas fritas, puré ,
ensalada de papa, etc: todo tenia papa. Me acuerdo de haber estado segura, (y flaca) los primeros días. Después, ya
no tanto: la ropa me empezaba a quedar chica, mis amigas no opinaban acerca de
cómo me quedaba la ropa que ellas me prestaban, ya no querian que vayamos tanto
a comer, ni paremos a comprar comida. Era obvio, todo indicaba que estaba
engordando a una velocidad abismal, estelar. Siempre tomando todo con gracia,
una noche me pedí pure con carne, y engulli demasiado rápido, al estilo
''atracón a solas'' Mi amiga me miró y abrió los ojos como dos huevos fritos y
me dijo : ''NUNCA TE VI COMER TANTO'', y yo dije otra vez, como en otras
ocasiones ''Es que tengo muchisima hambre'',riendo e intentando dar una imagen
de que no comia hace dias. Pero no podia safar, esta vez convivia con ella y
sabia que comia siempre como esa noche en ese restaurant.
3. Cena familiar: 15 años, comiendo, (viejos tiempos) mi papá me mira,
quiere decirme algo, yo lo sé.Hasta que tiró la bomba: -''No querés ir a un médico? te podemos ayudar a averiguar. Yo te veo
que no estás cómoda con tu cuerpo.No digo que estés gorda. Pensaría que lo
estás si fueras un poco mas grande y pesaras lo mismo. Una nutricionista te
puede servir'' Mis ojos se llenan de lágrimas, un nudo en la garganta se
apodera de mi voz, y millones de cosas me pasaron por la mente: mi papá me
estaba diciendo que estaba gorda, mi mamá no daba opinión alguna (como siempre),
mi llanto demostraba que realmente mi papá había dado en la tecla. Yo no hacía
deporte, comía mucho y también cursaba demasiadas materias extracurriculares.
No recuerdo bien si tenia sentimientos de culpa cuando comía. No me sentía ni
gorda, ni flaca. Simplemente no pensaba tanto en eso. Hasta ese momento. En
cuestión de días mi cabeza habia procesado a mil por hora toda esa situación,
la repetía millones de veces, con pensamientos dañinos y mucho más. DIETA,
DIETA , DIETA. quien sabe sobre eso? AH SI, GOOGLE. No sé como, pero dí a parar
con el grupo de Comedores Compulsivos Anónimos, conocí gente de la más buena,
me sentí acompañada, por lo menos ellos me entendían, no como mi papá que
pensaba que era una obesa sin ganas de dejar de comer. Luego me explicaron que
los comedores compulsivos tenemos todas las intenciones y ponemos nuestra
fuerza de voluntad al limite para poder dejar de comer, pero que tiene efecto
contraproducente: nos inhibe, nos presiona, nos hace comer, accion que nos
frustra y deprime. Reconocí mis alimentos que generaban compulsión y los fui
dejando. Pero quedaba colgada la nutricinonista. Algo debía hacer. Y ahi
estaba, en la sala de espera de la nutricionista leyendo un libro, con un jean
que me ajustaba de sobremanera y mis ganas de irme de ese lugar asqueroso. Mi
turno. Me atiende una señora que no esperaba, que me pesó y me dijo que mi peso
debía estar en 50 (que otra nutricionista me dijo que estaba muy mal) Con dieta
baje mucho. No me mataba de hambre, estaba muy optimista. Pero claro, me agarró
el verano, los churros en la playa, el cuerpo pide calorias. Y no supe mas que
atragantarme a frutas y no hacer ningún tipo de deportes. Subí de peso a la
velocidad de la luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario